19 de abril de 2011

Cosas veredes

‘Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras’. La frase, erróneamente atribuida a Don Quijote ya que no aparece en ningún pasaje de la obra de Cervantes, refiérese quizás a los acontecimientos extraordinarios que el fiel escudero presenciará en el futuro y que sin duda despertarán su perplejidad. Pues yo creo que me falta poco para escuchar a las piedras, porque este país, anteriormente conocido por España, y lo que pasa en él, no deja de sorprenderme. Y para mal.

Al parecer el Supremo, veloz y raudo cual esforzado Aquiles, ha decidido abrir juicio oral al Magistrado Garzón por las escuchas del Gürtel. Lo curioso es que todavía se desconoce en qué futuro próximo o remoto los imputados de la trama se sentarán en el banquillo, aunque imagino que será cuando los presuntos delitos hayan prescrito. No es que el superjuez me sea especialmente simpático, y siempre he pensado que su vanidad es más extensa que los sumarios que instruye, pero muchas, demasiadas piezas, chirrían en este enredo. Y a los inquisidores de turno, me temo, le tienen bastante sin cuidado las garantías procesales.

Más noticias que me asombran y desconciertan. Telefónica, la primera multinacional española, con unos beneficios de más de diez mil millones de euros el pasado ejercicio, ha decidido prescindir del veinte por ciento de su plantilla en España, más de cinco mil puestos de trabajo que se perderán. A pesar de las ingentes ganancias de la empresa, puede que parte del precio de los despidos (vía prestaciones de desempleo o prejubilaciones) las asumamos los contribuyentes. Paralelamente, la Compañía anuncia un plan especial para retribuir a sus directivos con más de cuatrocientos millones de euros. Olvidan estos Amos del Universo que el éxito y los beneficios de una empresa dependen más del trabajo diario, a pie de calle, de sus trabajadores, que de las decisiones estratégicas de sus bien pagados altos cargos.


Pero también hay noticias que sorprenden de forma favorable y consiguen que el día sea más luminoso. La Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha dictaminado que el trazado de la León-Valladolid debe respetar el yacimiento de Lancia. Y creo las piedras de Lancia sí podrían hablarnos, si nos molestáramos en escucharlas.

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