28 de septiembre de 2008

Retorno a la realidad




Tras la hermosa victoria de nuestra Selección en la Eurocopa, tras la euforia desatada –y merecida- en todo el país, nos toca regresar a la realidad, dura e incierta, en la que nos tenemos que mover cada día. Y una de las noticias de esta semana ha sido el avance del Plan de Movilidad (el PMUS) que ha presentado el Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de León.

Es verdad que este primer año de legislatura municipal todo ha parecido pivotar sobre dos grandes cuestiones: la subida del IBI y el “tema del personal”. Pero también es cierto que el equipo de gobierno empieza a centrarse, o a movilizarse ya que hablamos de movilidad, en aquellas cuestiones que en verdad preocupan a los ciudadanos.

Se podrá estar o no de acuerdo con algunas de las decisiones que se han adoptado o se proyectan. Sobre el PMUS opino que hacen falta aparcamientos, en el centro y no sólo en la periferia (una pregunta ¿a qué llamamos periferia?). Pero nadie podrá negar la valentía del Ayuntamiento al afrontar lo que podemos llamar los problemas reales. La deuda municipal es uno de ellos, pero esto de la movilidad (lo que los profanos llamamos tráfico) es otro. Resulta inquietante que en León se consuman más de 46 millones de litros de combustible al año, y que sólo el 5 por ciento de los desplazamientos se hagan en transporte público. Puede existir una explicación sociológica y es que en León nos consideramos muy señoritos para movernos en autobús y el automóvil, entre otras cosas, no deja de ser un símbolo del status alcanzado.

No sé si el Plan de Movilidad resolverá todos los problemas, pero al menos los pone sobre la mesa, y abiertos al debate público. Y me parece muy saludable que los políticos tengan los pies en la acera. Hablando de aceras, en abril escribía yo que lo mejor que podía hacer el Ayuntamiento por los Héroes Leoneses era reparar la calle que lleva su nombre (el de los Héroes, precisaba) y que tenía, como otras muchas, las aceras bastante maltrechas. Para mi alegría y, he de reconocerlo, también para mi sorpresa, esta semana la estaban arreglando. Descarto que haya una relación causa-efecto (ni soy tan petulante ni me creo tan influyente) pero tengo que felicitar al Ayuntamiento y a la Concejalía de Obras. Que sigan en esa línea. Me parece esencial que nuestros munícipes se preocupen de la gestión diaria de la polis, y que no se abandonen confiados a los grandes proyectos que nos pueda traer Zapatero, a modo de primo de Zumosol. Porque la ciudad del futuro se construye cada día y todos somos parte de ella y tenemos algo que decir. Ciertamente, desde el día en que España se coronó reina de Europa en el Ernst Happel de Viena estoy realmente épico.

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