28 de noviembre de 2008

El otoño de los Congresos

El otoño ha llegado y parece que va a estar dominado por la Economía. Todavía no está claro si debemos hablar de crisis, de recesión o de eso que llaman turbulencias financieras. Pero hoy no toca hablar de Economía sino de política, y el curso que empieza se presume apasionante y se avecina un otoño lleno de Congresos. Una pena que el Palacio de la Azucarera –el Fernández Convention Center- no termine de arrancar, porque podíamos captar algún cliente aprovechando la coyuntura. Como diría Serrat llegamos siempre tarde donde nunca pasa nada.

La carrera la ha iniciado el PSOE de Castilla y León, que abre una nueva etapa bajo la dirección de Oscar López, pero quedan tres por lo menos. Dos se presumen pacíficos, el del PP regional, que coronará de nuevo a Herrera como Presidente del Partido, y el provincial del PSOE, con Pacofer postulándose como jefe supremo. El tercero, el del PP de León, sí presenta, a priori, un escenario más disputado, o al menos por ello suspiran muchos afiliados y votantes del partido. Quizás al final sea otro Congreso a la búlgara, pero coincidirán conmigo en que el PP se juega en ese Congreso su futuro político en la provincia. La UPL no sé si hará Congreso o simplemente organizará una partida de bolos (leoneses, of course) de solteros contra casados.

Se observa que la elección de Oscar López como Secretario regional ha desatado la euforia en las filas socialistas, que vislumbran la posibilidad de disputarle al PP uno de sus grandes bastiones electorales. Ciertamente, Ángel Villalba daba un aire triste y un poco anacoreta al partido, aquejado de una genética predisposición a cosechar derrota tras derrota. Y más cierto es que Herrera se ha convertido –poco a poco y sin grandes alharacas- en un líder solvente, que une a su capacidad de gestión unas grandes dotes de comunicador. Herrera sabe hacia donde debe caminar Castilla y León, y cuáles son las prioridades, y ese mensaje conecta con el electorado. O sea, que López lo tiene difícil, pero no le falta ilusión y empuje. Y hay dos incógnitas en el horizonte: cuánto tiempo estará Herrera y quien tomará su testigo.

La nueva ejecutiva regional del PSOE me suscita dos comentarios maliciosos. El primero es qué sentido tiene una Ejecutiva con 37 personas, sobre todo si se quiere ser medianamente ejecutivo. Y el segundo es el escaso peso político que León tiene en el seno de la misma. En lugar de esa tontería de la birregionalidad nos hubiera ido mejor tener una Vicesecretaría con mando en plaza, porque ese cuento de que Amparo Valcarce se erige como número dos del Partido no se lo cree nadie. Entre otras cosas porque es Secretaria de Estado y trabaja en Madrid.

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