15 de junio de 2009

Los Reyes Magos

De un tiempo a esta parte el Grupo Popular del Ayuntamiento de León se ha vuelto extraordinariamente susceptible. Hace un par de semanas se mosquearon por aquello del pufo de la época Amilivia y, con las vestiduras rasgadas pese a los rigores invernales, abandonaron el Pleno. Ahora se han enfadado porque los Reyes Magos, concretamente el Rey Gaspar, agradecía los esfuerzos para que el año próximo pudieran llegar en AVE y a los avispados populares les ha sonado a propaganda gubernamental.

Pero se equivocan: los Reyes Magos no son zapateristas aunque, como toda Monarquía que se precie, quizás sean ligeramente conservadores y suelen estar con el poder establecido. Me gustaría precisar, no obstante, que la Alta Velocidad es, o debería ser, un proyecto de todos. Un proyecto que además llega mucho más allá de una simple legislatura. Recordemos que el AVE a León no es sino la prolongación del que se proyectó e inició hasta Valladolid en la época en que Aznar (antes de volverse un sex-symbol) era Presidente del Gobierno. Porque todos los Presidentes, además de convertirse en líderes mundiales, quieren llevar la Alta Velocidad a su pueblo: Felipe a Sevilla, Aznar a Valladolid y ZP a León. El día en que alguien de Canarias llegue a la Moncloa imagino que lo que procederá será montar un ferrocarril submarino y seremos el asombro de Occidente.

Y a los del PP tampoco les ha gustado la Cabalgata y el viceportavoz del PP, Julio Cayón, habla de “sainetes de lágrimas de cocodrilo por un lado y gasto sin control por otro” (la prosa del viceporta me deja un poco perplejo). En mi opinión, la Cabalgata no estuvo mal y, si se consigue un espectáculo digno y bastante vistoso con escasos recursos económicos, es justo reconocer la buena gestión de la Concejala de Turismo y Fiestas, Susana Travesí. Pero como soy un ácido columnista voy a poner algunos peros. En primer lugar, las carrozas de sus Majestades están ya algo cutres. En segundo, cada año que pasa me horroriza más la payada del Belén (que decía mi abuela). Y, finalmente, no entiendo ese afán de convertir a los Magos de Oriente en “francotiradores de caramelos”. Eso debería preocupar al Partido Popular, y no los discursos del Rey Gaspar. Lo de las roscas de los Simpson que lanzaban unos payasos estaba bien llevado y propongo que para años venideros se arrojen gominolas.

Con el año que viene sube todo, desde el paro –cuyos datos son espeluznantes- hasta el recibo de Gersul –ésto nos pasa por protestar-. Menos el precio de la vivienda en Ponferrada, bajada que el Alcalde atribuye a su gestión urbanística y no al estallido de la burbuja inmobiliaria. No cabe duda, el papel lo aguanta todo, hasta mis columnas.

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