15 de junio de 2009

Impuestos

Esta semana ETA volvía a sembrar el terror segando la vida de un empresario cuyo único delito era trabajar en una obra como la Alta Velocidad que es sinónimo de futuro y de progreso. Un futuro y un progreso que los terroristas, tan desalmados como ignorantes, ni comprenden ni permiten. En León nos sorprendía la noticia de la muerte del concejal del PP Manuel Álvarez, un buen hombre discreto, cercano y trabajador.

Pero hoy vamos a hablar de impuestos. Alguien dijo que tener prensa libre y pagar impuestos es lo que caracteriza a las sociedades democráticas. Y yo anoto que, en último término, la imposición de un tributo se justifica por la legitimidad del gasto. Es decir, en qué se gastan los políticos el dinero de los contribuyentes. El problema no es cuánto pagamos (sin pasarse, naturalmente) sino el para qué pagamos.

Y otra cuestión importante en estos temas tributarios es el “quiénes”. Algunos tenemos la convicción, o por lo menos la ligera sospecha, de que siempre pagamos los mismos. Me explico: cuando tienes una nómina, o facturas correctamente todas tus operaciones, cumples religiosamente tus obligaciones para con el Fisco, no sólo por una cuestión cívica sino porque no te queda otro remedio. Pero sigue existiendo el fraude fiscal, la economía sumergida y el dinero B no sólo se recoge en las bolsas de basura de Julián Muñoz.

Con los impuestos de las viviendas pasa lo mismo. Éste año ha estado de actualidad el IBI y sus brutales subidas en la City. No sé si es muy moderno eso de pagar por la propiedad que uno tiene, generalmente a medias con el Banco o Caja de turno, pero me temo que aquí tampoco pagamos todos, o por lo menos hay muchos que no pagan lo que debieran.

No cabe duda de que en las ciudades se controla para que todos aporten lo que según la norma les corresponda, pero en muchos pueblos, con pocos recursos, la cuestión es más difícil. Cuento un hecho real: en el año 2.007 el Ayuntamiento de Crémenes detectó que muchos inmuebles, que contribuían como solares o almacenes, eran en realidad viviendas construidas hace 10 años. Existía un caso ciertamente llamativo: un solar justo al lado del Ayuntamiento (que pagaba 10,41 euros de IBI) y que en realidad era una casa bastante maciza con siete chimeneas, habitada curiosamente por quien había sido el Secretario del Consistorio. Como se trata de un Ayuntamiento con pocos medios solicitaron una inspección por parte del Servicio de Recaudación de la Diputación Provincial, solicitud que sigue durmiendo el sueño de los justos en algún rincón olvidado del Palacio de los Guzmanes.

No sé si se trata de un caso aislado o es la punta del iceberg, pero, queridos Reyes Magos, que Hacienda seamos todos.


1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

A propósito del FRAUDE FISCAL...

JUICIO A LA DELEGACIÓN DE HACIENDA DE BARCELONA.



Rafael del Barco Carreras



¡Por fin! en septiembre del 2009. Se prevén SIETE MESES de duración. Que yo sepa el más largo de la historia judicial barcelonesa. Ha habido juicios importantísimos políticamente, y multimillonarios, muy multimillonarios, pero la Gran Corrupción los ha bandeado a su entera satisfacción. Primero se eternizan y vacían los sumarios, y para remate se pacta la liquidación final. Si no se pacta y el Supremo, entre uno, dos o tres años, ratifica, se conceden Terceros Grados. En Gran Tibidabo (30.000 millones estafados a 9.000 ahorradores) se programaron cuatro meses. Tres días, y todo pactado para un sumario que tardó CATORCE años en juzgarse. Una Justicia, proclaman, la más garantista (palabreja tan inexistente como el significado que le dan los jurídicos) del Mundo para el justiciable.

En mi caso de garantista nada, tres años preventivo, desde La Modelo al Juzgado, juicio en tres días, y condenado al tiempo pasado en prisión por encubrimiento al fugado Antonio de la Rosa, abogado del Estado y funcionario de Hacienda, que nunca aparecería ni para la prescripción de sus delitos dictada por un Tribunal. Ignoro si es más corrupto mantenerme tres años en prisión o que docenas de acusados en casos multimillonarios y de extorsión se sienten en el banquillo en libertad tras decenas de años de instrucción. Sin olvidarse los sobreseídos, archivados, exculpados. Se repiten tanto los mismos personajes y durante tantas décadas que me obligan a repetirme aunque siempre con nuevos matices. Ver imágenes en www.lagrancorrupcion.blogspot.com

Creo que el juicio más extenso (dentro de la Gran Corrupción) ha sido el de por “Extorsión y Denuncias Falsas” a Rafael Jiménez de Parga (bufete de 50 abogados), Alfredo Sáenz Abad (vicepresidente del Banco de Santander) y otros, el pasado mes, por delitos de quince años atrás. Por el momento sin sentencia, que tras la modificación final de las peticiones fiscales, de nueve a tres años, presumo muy aguada, o peor.
Espero entretenerme y escribir comentarios durante siete meses...